jueves, 16 de mayo de 2013

Aquellos tiempos


Aún veo cómo le brillaban los ojos al ver esas mariposas que en plena primavera salían a mover sus alas de flor en flor. Esos ojos color miel verdoso  que me dejaba sin aliento y que me hacían fantasear despierta. 

Sus ojos siempre tenían la respuesta a mis dudas, promesas y deseos. Éramos inseparables, lo hacíamos todo juntos. Siempre bromeaba sobre mi "inatención" que nada más era por quedarme fijamente mirándolo y pensando en él.

Hacía que mis días más negros estuviesen pintados con los siete colores del arco iris.Lo que mejor tenía, además, de sus deliciosos ojos, era una peculiar sonrisa, esa sonrisa blanca como las perlas y que tenía una perfecta terminación unidas a sus gordos y carnosos labios.

Todavía, después de tantos años, al recordar su cara con su perfecto y masculino mentón, me quedo estupefacta y sin aliento. Sé que un día nos volveremos a encontrar, pero cuando esto pase, ¿qué pasará entre nosotros? La última vez que nos vimos, una magia inexplicable hizo que nos besáramos y después de eso, cada uno fue por su camino avergonzado y sin saber qué hacer o qué decir.

~ Lucía Vaz ~