miércoles, 12 de octubre de 2011

Me encanta

Me encanta como ríes.
Me encanta como sonríes.
Me encanta escuchar tu voz.
Me encanta oírte reír.
Me encanta cuando estas de broma.
Me encanta cuando te pones a hacer el tonto.
Me encanta la manera en que me miras.
Me encanta perderme en el mar de tus ojos.
Me encanta tu manera de vivir la vida.
Me encanta tu forma de hacerme reír.
Me encanta cuando me tocas.


Pero, ¿sabes qué es lo que más me encanta?


Me encanta la manera que tengo de fingir ser feliz.
Me encanta como sonrío cuando en realidad tengo ganas de llorar.
Me encanta como miento diciendo que estoy perfectamente mientras estoy hundida.
Me encanta la manera que tengo de esconderme de lo que temo.
Me encanta lo verdaderamente sincera que parezco cuando miento.




~ Lucía Vaz  ~

lunes, 10 de octubre de 2011

Mundo imaginario

            Hoy no voy a pensar en nada malo. Hoy me voy a dedicar a pensar en ti. No quiero tristezas, sólo alegrías. Pensaré en ti porque tú eres mi alegría. Por eso me pondré a imaginar un mundo imaginario donde sólo estemos nosotros dos.

            Quiero que mientras leas esto, vayas creando este mundo en tu mente y que cuando necesites estar a mi lado te vayas a él, porque yo siempre estaré en ese mundo junto a ti. Respira, respira profundamente y relájate; ponte recto y deja que tus hombros se relajen… Y deja que tu imaginación vuele junto a mí. Hagamos que nuestra imaginación vuele a lugares donde seamos felizmente libres.

            Imagina un mundo junto a mí, sin nadie más y sin preocupaciones. Imagina que estamos en la playa, viendo el amanecer y tú estas tumbado acomodado en mi pecho. Mientras miramos esa escena, yo te voy haciendo cosquillas. Tú tan dormilón como eres, te vas quedando adormilado en mis brazos hasta que al final caes rendido. Mientras duermes, te miro y pienso en qué podrás estar soñando que tanto sonríes. Cuando despiertas lo primero que haces es cogerme de la mano y mirarme a los ojos, para luego darme uno de esos besos que tanto me gusta, de esos que me llegan al corazón, me pone el vello de punta y me hace sentir esas mariposillas en el estómago. Uno de esos besos que me llevan al fin del universo…

            Ahora quiero que imagines que estamos en un parque lleno de flores, me encanta ese sitio, un parque completamente verde y lleno de flores.  En ese sitio se respira libertad… Allí nos tumbados en ese césped que parece una alfombra de color esperanza. Tú me coges de la mano y la colocas sobre tu pecho, nos miramos y siento como tu corazón se acelera poco a poco, yo, cojo tu mano y hago lo mismo, para que sientas que mi corazón también se acelera con sólo una mirada tuya y no sólo te pasa a ti. Nos sonreímos con esa sonrisa tonta que nos sale sin saber por qué. Y terminamos abrazándonos fuertemente, no quiero que termine ese momento. No quiero alejarme de ti, quiero sentirte siempre igual de cerca, pegadito a mi. Por un momento soy capaz de mirarte a los ojos y sin miedo, te digo que te quiero, mientras termino con un dulce beso que intenta llegar a tu corazón.

            Luego nos volvemos a tumbar, y tú tan juguetón te tiras encia mía y me empiezas a hacer cosquillas. Después de estar haciéndome reír durante un largo tiempo, me dejas un momento de respiro. Yo como soy así, cuando me dejas ese momento de respiro, al ratillo, para que no te des cuenta, me tiro encima tuya para hacerte cosquillas yo a ti como venganza. Pero tú tienes más fuerza que yo, y terminamos como antes, tú encima de mí, pero esta vez cuando paras, paras para besarme. Después nos vamos a pasear por el parque, andamos, reímos, corremos, saltamos… somos felices siendo así.

            Ahora podríamos imaginar que estamos en un barco, un barco de nuestra propiedad en el que pasamos las horas sin remedio disfrutando de  nuestra compañía y amor. Nos pasamos el día disfrutando de las vistas hacia el mar y el sol. Nos bañamos, jugamos y mil cosas más, nos pasamos el día riéndonos y disfrutando como niños pequeños. Me encanta pasar tiempo contigo ¿lo sabes? Si no lo sabes, lo deberías de saber.

            Mientras navegamos vemos a lo lejos una isla, una isla preciosa paradisíaca. Al verla, nos miramos con los ojos sobresaltad y luminosos llenos de entusiasmo, decidimos ir. Cuando llegamos a la isla nos volvemos a mirar, pero esta vez estamos anonadados por las vistas. La playa tiene una arena blanca preciosa y el agua es cristalina. Al bajarnos del barco, nos adentramos en la isla. La flora de ésta es muy exótica, hay muchísimas plantas y flores que jamás habíamos visto. Desde la playa miramos el atardecer, es una vista preciosa, jamás había visto una escena igual. Aquella agua cristalina y aquella puesta de sol hacen que esa imagen sea única.

            Por último quiero que ahora tú imagines todas las cosas que te gustarían hacer en este momento junto a mi, imagina lugares donde siempre has querido estar, lugares que te encantan y te traen buenos recuerdos.


~ Lucía Vaz ~