sábado, 24 de marzo de 2012

Mi gran error...

     Quizás todo fue un maravilloso sueño, donde había buenos y malos momentos. Quizás él sólo estaba jugando conmigo. O sólo me mentía. Quizás todo tenía una segunda perspectiva. Pero aún así todavía recuerdo aquellos momentos que pasamos juntos.

     Había días en los que parecía cómo si no fuésemos nada. Esos días eran los peores, y aún cuando los recuerdo se me sigue poniendo un nudo en la garganta. Esos días intentaba no acordarme de él. Quedaba con otros chicos, hacíamos cosas; era capaz de hacer TODO por no pensar en él: ¿Con quién estaba? ¿Dónde estaba? ¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué desaparecía y aparecía cuándo quería? ¿Qué le había hecho para que me hiciese eso? Me hacía tantas preguntas y a ninguna encontraba una respuesta adecuada, que terminaba comiéndome más y más la cabeza. 

     Había noches en las que mis peores pesadillas no me dejaban dormir tranquila. Eran noches de desesperación, noches terribles en las que deseaba que estuviese a mi lado abrazándome. Había días en los que mis padres o mis hermanos me despertaban asustados porque estaba teniendo pesadillas, gritaba en sueños y me movía de un lado para otro.

     Sólo necesitaba a alguien en quién confiar, alguien  con quien pudiese salir, reír, contarle cosas, etc. Lo tenía todo, y de un día para otro me quede sin NADA. Me vi sola ante una vida que no podía recorrer sola, me vi ante algo que no podía remediar y mucho menos vivir. Quería irme lejos, escaparme por ahí, alejarme de todo, sólo para olvidarme de ÉL.

     Luego, había días en los que estábamos como si no nos pudiésemos estar separados. Esos días los pasábamos juntos, no nos separábamos para nada desde por la mañana hasta el día siguiente. Estos días, los comenzábamos cada uno en su casa. Nos levantábamos desayunábamos en nuestras respectivas casas y luego nos llamábamos y nos íbamos por ahí a algún sitio dónde pudiésemos estar juntos y disfrutar de nuestra compañía.

     Deseábamos estar a solas, charlar, reírnos, contarnos cosas, ver películas juntos, estar tranquilos, etc. Esos días nos dábamos todo el amor que los días malos no nos dábamos. Me encantaba hacerle bromas estúpidas, hacer el payaso... Hacía de todo por verle sonreír gracias a mi. Simplemente pensaba que en esos momentos podía sentirme satisfecha, ya que por un segundo había sonreído por mí.




     Había días en los que aunque estuviese cabreada sólo con decirme dos cosas y besarme se me olvidaba todo. Aún recuerdo un día en el que tuvimos una pelea bastante fuerte, en la que nos gritamos cosas que nunca jamás nos habíamos dicho, incluso rompimos cosas... y tras irnos cada uno por su lado para relajarnos el vino pasados 45 minutos y me dijo que lo sentía mucho y que nunca volvería a pasar... y yo tan tonta le dice caso  JÁ  que tonta fui... le creí ¿para que? para que hiciese lo que quisiera conmigo. Hoy por hoy, quisiera haberme olvidado de él en ese mismo instante. Sin embargo, aún LE AMO... 


     Sí, lo afirmo, aún sigues en mis pensamientos, y lo que es peor en mi corazón. Quiero olvidarte pero no es imposible. Después de tanto tiempo sigo llorando por ti hasta que me quedo sin lágrimas que derramar. Ojalá todo fuese diferente pero aunque te quiera no puedo volver contigo, ya he sufrido suficiente. Por esto, y muchas cosas más solo puedo decir: MI ERROR FUE AMARTE...
     ~Lucía Vaz~

No hay comentarios:

Publicar un comentario