martes, 3 de julio de 2012

Días

      Días negros, días en los que hubiese sido mejor no levantarse, días en los que tienes ganas de llorar, días en los que tienes ese nudo en la garganta, días en los que no tienes hambre, días en los que tienes los ojos brillantes de aguantar el llanto.

        Todo por esos pensamientos mal intencionados que no deberían ni pasar por la mente. Pensar que mañana te veas solo ante el peligro si nadie en quien apoyarte. Temer en verte sin recursos en una situación de vida o muerte. Pensar que todo va a salir mal y todo se pondrá en tu contra. Temer el solo hecho de mostrarte débil. Pensar que si alguien te ve mal se intentará aprovechar de la situación o, simplemente, hacerte daño.

     Intentar expresar infinitos sentimientos que no sabes explicar y que todos acaban clavándose en el pecho como espinas envenenadas. Querer decir cómo te sientes ante esa situación angustiosa para ti y que las palabras no salgan, por no tener ningún suspiro en el que apoyarte.

     Necesitar que se esfume el miedo ante todo aquello que te hace dudar de tus capacidades. Llorar hasta hartarte en el cuarto de baño para que nadie te vea decaído. Quedarte dormido mientras tus ojos sin parar ni un segundo dejan caer lágrimas de lamentos. Levantarte con los ojos bañados de agua salada y la nariz atascada, sin apenas poder respirar bien.



~ Lucía Vaz ~